Mindfulness es una palabra que proviene del inglés y que significa atención plena. ¿Te ha pasado que estás haciendo una cosa, pero a la misma vez, pensando en otra? Esto es muy común. Por lo general, no solemos estar con una atención plena. Nuestra mente cabalga de forma pendular entre el futuro y el pasado, haciendo realmente difícil ponerle freno y atarla al momento presente.

Por lo tanto, la definición para mindfulness seria la focalización de la atención en el momento presente. Es un método para conseguir que la atención este en el aquí y en el ahora de forma plena, sin añadir ningún juicio, simplemente sintiendo lo que ocurre dentro de nosotras y a nuestro alrededor.

Mindfulness VS meditación

Muchas personas confunden mindfulness con meditación, pero es importante conocer que estos términos no son sinónimos. ¿En que se diferencian pues, el mindfulness y la meditación?

La meditación incluye diversas técnicas. Meditación es el termino general que utilizamos para describir un tipo de ejercicio mental y de reflexión que las personas realizan sobre algo, independientemente de que sea espiritual o físico.

El mindfulness es un estado basado en vivir plenamente en el momento presente, en la que podemos lograr a través de la práctica de la meditación (entre otras herramientas). Es una técnica que hemos adoptado de las tradiciones budistas, que se venían practicando por más de 2500 años.

Aunque su origen sea budista, el mindfulness no se asocia con ninguna religión, ya que su objetivo principal es mejorar la calidad de vida de las personas.

La meditación se puede interpretar como una forma de transformar la mente y limpiarla de las distracciones externas.  Por otra parte, la atención plena es ese momento en el que eres consciente de tu estado presente. Son cosas distintas pero que, a la vez, se superponen.

Budismo y mindfulness

¿Por qué practicarlo?

Se debe desarrollar la atención plena para vivir sencillamente mejor. Un estudio hace unos años atrás descubrió que la mayor parte del tiempo nos lo pasamos divagando, pensando en cualquier otra cosa que no sea el momento presente, lo que sentimos, lo que estamos experimentando. 

Este estudio también reveló que cuando estamos en esa fase de divagación, no somos felices.

Descubrieron una serie de beneficios en las personas que llevan a cabo esta técnica de manera regular.

Beneficios del mindfulness.

Como hemos dicho anteriormente, el principal beneficio que encontramos al practicar mindfulness es mejorar la calidad de vida.

Además…

  1. Cambia tu cerebro.

la neuroplasticidad es la maravillosa capacidad que tiene nuestro cerebro para modificarse a sí mismo tanto funcional como estructuralmente. Y ¿cuál es la clave de este proceso? La atención. Cuando prestamos atención a algo, un grupo de neuronas se juntan. Al tener un pensamiento recurrente, el cerebro crea circuitos poderosos que atrapan tu atención.

Esto te lleva a pensar más y más en lo mismo hasta que el cerebro lo automatiza.  Esto quiere decir que aquello a lo que prestas atención, y la forma en la que interpretas aquello que percibes, esculpe tu cerebro. El mindfulness influye en este proceso de manera que cambia la forma en la que las distintas regiones cerebrales se comunican, equilibra la comunicación entre los hemisferios, mejora tu función cognitiva y promueve la creación de  nuevas neuronas.

  1. Libera antidepresivos y ansiolíticos naturales.

Hay diversas formas en que nuestro cuerpo puede generar naturalmente los bioquímicos del bienestar, como hacer ejercicio, actividades placenteras, reír… y entre estas, encontramos la práctica del mindfulness. Gracias a la respiración diafragmática, una respiración pausada y tranquila, es la señal que necesita el cerebro para comenzar a liberar estas sustancias.

  1. Mejora la coherencia entre cerebro y corazón.

El corazón posee su propio sistema nervioso. Puede sentir, procesar información, tomar decisiones e incluso memorizar. Cerebro y corazón están constantemente conectados.

Para ello se sirven de 4 vías: la comunicación neuronal, la comunicación biofísica (a través del pulso), la mensajería bioquímica (a través de las hormonas) y por último el campo electromagnético creado por el corazón. Lo mas curioso de todo esto, es que el corazón es capaz de enviar más información al cerebro de la que recibe.

Por lo tanto, podemos decir que el corazón es el líder de esta comunicación. Así pues, la práctica de mindfulness permite que se cree una coherencia entre ambos gracias a la respiración abdominal y los estados expansivos que experimentamos con la practica (compasión, curiosidad, seguridad…). Y no sólo esto, sino que además se consigue la permanencia de esta coherencia.

Y una vez en este estado de coherencia, optimizamos los procesos de calma y claridad cognitiva.

  1. Retrasa el envejecimiento.

Durante la práctica del mindfulness, la respiración es pausada y profunda.  Esto estimula las vías sensoriales del nervio vago, que envían una señal de calma y seguridad al cerebro. Así, la presión arterial desciende y los procesos de regeneración orgánica se activan. Las células reciben energía, y los telómeros se alarga, retrasando el proceso de envejecimiento.

Como conclusión…

Sabemos que es muy complicado vivir el momento presente en un mundo en el que va tan deprisa. Pero por otro lado, creemos que es de vital importancia el parar a escucharnos.

Quizá el mindfulness no sea la practica que necesites, o quizás descubras un nuevo mundo que te ayude a vivir una vida más pausada. Sea como sea, te animamos a que lo practiques y a que nos cuentes tu experiencia en los comentarios.

Si quieres aprender más acerca de las diferencias entre meditación y mindfulness, te recomendamos el post relacionado sobre la meditación.

No olvides que diariamente ofrecemos frases de motivación personal y reflexiones en nuestro Instagram. ¡Te esperamos!

Nos vemos por la vida.

Deja un comentario