¿Sabes cual es el origen y la calidad de los productos que consumes? ¿Te has parado a pensar en la cantidad de basura que produce una persona al día? Hoy te contamos algunos datos para lograr una vida sostenible.

Es muy importante conocer las consecuencias de nuestros actos: la ignorancia también contamina

Anónimo

Seguro que has escuchado hablar del estilo de vida sostenible o de la sostenibilidad. Lo primero decir que no hay unas reglas exactas a seguir para llevar un estilo de vida sostenible, hay que ir aprendiendo cosas poco a poco e ir haciendo los cambios al mismo ritmo, sin prisas ni agobios, no hay obligaciones. Lo más importante es saber porque lo estamos haciendo.

Como y por qué llevar una vida sostenible

¿Qué es la sostenibilidad?

Se basa en la unión de 3 pilares fundamentales:

Medio ambiente

Sociedad

Economía

Cualquier producto o acción que no respete estos 3 pilares NO será sostenible.

Motivos por los que iniciar una vida sostenible

Llevamos tiempo escuchando cosas sobre el cambio climático, sobre que el estilo de vida que llevamos no es sostenible a largo plazo y que como sigamos así no sabemos si las nuevas generaciones van a poder disfrutar del planeta.

Informándome sobre sostenibilidad encontré bastantes motivos para iniciar un estilo de vida sostenible, estos son algunos:

Desperdicio de alimentos

Según FAO cada año 1.300 millones de tonelada de comida acaban en la basura, un tercio de la producción total.

El desperdicio de alimentos representaría más del 10% del total de la energía consumida a nivel mundial en la producción de alimentos, a esto habría que sumarle la huella ambiental por la generación de gases de efecto invernadero y el desperdicio de los recursos naturales utilizados en su producción.

El impacto ambiental de la «ropa rápida»

¿Sabías que para fabricar una camiseta se necesitan 2.500litros de agua y para unos vaqueros 10.000? Un gasto innecesario si pensamos en la cantidad de camisetas y pantalones que tenemos y lo que nos ponemos realmente.

La industria textil es la segunda más contaminante del mundo, detrás de la industria del petróleo. Esto se debe a la gran cantidad de químicos y gases que las grandes fábricas emiten y desperdician.

Se produce mucha ropa constantemente (hay una media de 52 temporadas al año) en poco tiempo y de baja calidad.

Todo esto se magnifica cuando sabemos que la mayoría de las personas renovamos nuestros armarios frecuentemente.

La basura y sus consecuencias medioambientales

El gran volumen de los residuos en la sociedad actual está poniendo en riesgo la capacidad de la naturaleza para mantener nuestras necesidades. La población y el consumo crecen y como consecuencia la basura también, pero el espacio no.

Se generan anualmente 2.010 millones de toneladas de desechos sólidos y al menos el 33% de ellos no se gestiona de forma adecuada para eliminar la huella en el medio ambiente.

Consumo inconsciente

En la vida cotidiana estamos constantemente consumiendo energía y generando residuos sin ser conscientes del impacto medioambiental que tienen.

Por ejemplo la mayoría de las personas no sabemos que un ordenador de fabricación asiática puede ser un producto de tala ilegal en las selvas de Indonesia, que además fomenta organizaciones criminales, la pérdida de la biodiversidad y provoca la pérdida de las tierras a los pueblos indígenas.

Tampoco sabemos que un grifo abierto gasta 15litros por minuto o que los envases representan el 30% de la basura que genera nuestro hogar.

Por todo esto y más es necesario que las personas nos transformemos en consumidoras con conciencia ambiental y social, comprar menos cosas que NO son imprescindibles y estar dispuestas a gastar más en productos que no dañan el medio ambiente ni a la sociedad.

Vida sostenible. No contaminación.

Consejos de como iniciar un estilo de vida sostenible

1. Aprende un poco sobre el planeta.

Puedes comenzar leyendo sobre que es la sostenibilidad, cuales son sus objetivos, tipos de productos sostenibles…

2. Acostúmbrate a cuestionar tus hábitos.

El mes pasado vimos que los hábitos son acciones que hacemos de forma automática, pues observa que hábitos puedes ir cambiando poco a poco de tu día a día que puedan contribuir con el planeta.

3. Empieza a pensar en lo que consumes.

Tanto en alimentación como en productos de cualquier tipo. Piensa si realmente lo necesitas antes de comprarlo, cual es su origen o el impacto medioambiental que tiene.

4. Empieza a pensar en lo que deshechas.

Piensa si antes de tirarlo puedes reutilizar o donar. En caso de tirarlo asegúrate de que lo depositas en el contenedor adecuado.

5. Pasa la voz.

Comenta con tus familiares y amig@s los cambios que estás haciendo y como te sientes.

Mucho se ha dicho y escrito ya sobre el cambio climático, la contaminación ambiental y el desastre natural al que no enfrentaremos en un futuro no muy lejano si no damos un giro en nuestros hábitos consumistas. Creo que es necesario que tomemos conciencia de que todas las personas debemos hacer algo, aunque sea pequeños cambios en nuestras rutinas diarias.

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¡Nos vemos por la vida!

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